Es bastante difícil ignorar cómo las grandes empresas del mundo intentan entrar en el mundo de la sostenibilidad y ver todo esto como una buena noticia cuando la Fiscalía francesa acaba de abrir una investigación por ”encubrimiento de crímenes contra la humanidad” contra Inditex (Zara, Bershka, Massimo Duti, Uniqlo, SMCP (Sandro, Maje, de Furssacr, etc.) y Skechers porque sus productos son fabricados por uigures, trabajadores forzados.
Según Raphael Glucksmann, miembro del Parlamento Europeo, la investigación se confió al polo de crímenes contra la humanidad de la Fiscalía Nacional Antiterrorista, enfrentándose a elevadas penas -millones de euros en multas y duros procesos penales-.
Las grandes multinacionales han estado por encima de la ley durante demasiado tiempo. Y el Parlamento Europeo está trabajando más que nunca para demostrarles que la ley se aplica a todos, incluso a las empresas más poderosas del mundo. Sin embargo, para la gran mayoría de la población, esta información es totalmente desconocida.
Todavía hay demasiado greenwashing. Haciendo que tanto las generaciones anteriores como las actuales confíen plenamente en lo que ven en las redes sociales. Y desde que la sostenibilidad se ha convertido en una tendencia, especialmente entre las marcas de moda, el greenwashing ha cobrado protagonismo dentro de la publicidad con influencers.
La sostenibilidad es tendencia
Con la campaña de marketing de sostenibilidad adecuada, incluso la marca menos ética puede ser vista como súper sostenible, con buenas intenciones hacia el medioambiente y los trabajadores de la confección. Sin una investigación adecuada, muchos influencers acaban promoviendo greenwashing e inevitablemente transmitiendo esa información a sus seguidores. No todos los influencers sostenibles promueven productos greenwashed, pero el interés monetario, la falta de transparencia de las marcas y la falta de investigación previa hacen que muchos creadores de contenidos o influencers acaben promocionando ciertos productos o marcas que están lejos de ser sostenibles.

Como consumidores, es importante tener en cuenta que los productos promocionados por influencers no tienen garantía de ser lo que dicen ser. Los creadores de contenido también son humanos y pueden cometer errores. También hay creadores de contenido como he dicho antes que no son tan éticos como la filosofía de vida que se supone que siguen. Investiga siempre por tu cuenta.
Sin embargo, la buena noticia es que los influencers sostenibles tienen mucho poder. Y el poder y la influencia pueden utilizarse para concienciar y educar a la audiencia en lugar de promover el ciclo continuo de consumo excesivo. Quiero creer que todos podemos utilizar las redes sociales, independientemente de si te dedicas a ellas profesionalmente o no, para el bien.
Moda Sostenible VS Moda Ética
Los términos “ético” y “sostenible” suelen utilizarse indistintamente, ya que ambos parecen definir el slow fashion y el efecto de la industria de la moda sobre las personas y el planeta. Sin embargo, hay quienes diferencian la moda sostenible de la moda ética como:
- La Moda Ética está centrada en el ser humano: la moda ética se centra en los trabajadores de la confección en todas las etapas de la producción, desde los salarios dignos y las condiciones de trabajo saludables hasta el bienestar animal y la moda vegana.
- La Moda Sostenible tiende a concentrarse más en el aspecto medioambiental de la producción de prendas: la forma en que se diseña la ropa; qué materiales se utilizan; cómo se obtienen esos materiales; cómo se transportan los productos por todo el mundo; qué ocurre cuando nos deshacemos de ellos y mucho más.
Por tanto, en mi opinión, las marcas no pueden ser verdaderamente sostenibles si no son también éticas, y viceversa. El empoderamiento de los trabajadores, la protección de la salud pública y la preservación de los ecosistemas están relacionados. La moda sostenible debe tener en cuenta tanto el impacto medioambiental como el impacto social de toda la cadena de suministro. La sostenibilidad es una forma de vivir y de hacer negocios, no una forma de ganar dinero jugando con los sentimientos de las personas que se preocupan por sus hijos o sus nietos, y por el mundo que les dejaremos.
“La Industria de la Moda es una sucia bastarda” – Organic Basics
La moda rápida domina la industria. El fast fashion es un modelo de negocio que promueve la producción rápida de ropa barata para satisfacer las tendencias de moda más recientes. El mayor problema de esto es que ha provocado que enormes cantidades de ropa acaben en los vertederos. Según el WRAP, se calcula que cada año se envía a los vertederos del Reino Unido ropa por valor de 140 millones de libras.
Muchos consumidores alivian su conciencia sobre el consumo de moda rápida donando su ropa a tiendas de caridad. Las donaciones de ropa son siempre bienvenidas en las tiendas de caridad, sin embargo, donar la ropa que no se quiere no es siempre la solución más sostenible. Las tiendas de caridad no siempre consiguen vender todas sus donaciones. De hecho, WRAP estima que más del 70% de la ropa donada a las tiendas de caridad se vende a comerciantes textiles. Donar ropa es la forma más fácil y eficaz, pero sigue sin hacer frente al increíble volumen de ropa que crea el fast fashion.
Además, la demanda de fast fashion de segunda mano es limitada y, a menudo, estas prendas pueden estar mal hechas, lo que limita su reventa. Aquí es donde los influencers o creadores de contenidos juegan un papel muy importante, ya que pueden ser un punto de referencia para muchos.

¿Es la moda de segunda mano un nuevo impulso para el consumo de ropa?
Algunos creadores caen en la idea errónea de que al consumir ropa de segunda mano en grandes cantidades están apoyando la sostenibilidad y es solo otra vía de escape para los artículos consumidos en exceso. El consumo excesivo siempre conlleva un derroche de dinero y recursos. Incluso si se compran de segunda mano.
Es interesante cómo el consumo de ropa de segunda mano se ha desviado un poco de su filosofía principal. Incluso podríamos decir que se ha puesto de moda gracias a aplicaciones como Vinted, Depop o Vestiaire Collective.
Comprar de segunda mano no significa ser más sostenible. Hay que tener en cuenta lo mismo que si compráramos algo nuevo en cualquier tienda: la durabilidad y la versatilidad. También es importante prestar atención a los materiales con los que está hecha la prenda. No todo el mundo lo tiene en consideración, pero es fundamental para conocer la vida de una prenda.
La sostenibilidad como herramienta de marketing
No es nuevo que muchas marcas de fast fashion intenten limpiar su imagen a través de colecciones conscientes o recogiendo ropa vieja a cambio de dinero o vales. Muchas personas caen en la idea errónea de que están ayudando al medioambiente y a los trabajadores de la confección y, al mismo tiempo, sin renunciar a seguir las tendencias casi semanalmente. Y esto, por desgracia para muchos, no es sostenible.
Este tipo de marketing es cada vez más popular entre los consumidores que, sin dudar de las intenciones de la marca, contribuyen a un problema aún mayor: muchas marcas que están surgiendo ahora dicen ser sostenibles sin serlo realmente, jugando con la confianza y la ignorancia del consumidor.
Estas marcas a menudo se escudan y justifican ante los posibles consumidores con respuestas vagas o falta de transparencia en la producción y distribución de sus prendas sin que la gente se cuestione su trabajo porque hasta hace poco nadie se preocupaba ni se molestaba en preguntar quién hacía mi ropa, de qué tejidos está hecha la ropa que estoy comprando o cómo son las condiciones de los trabajadores de su empresa.
Dábamos por hecho que ninguna empresa trataría mal a sus trabajadores y, por otro lado, hemos crecido en una sociedad y una cultura en la que vemos a estas empresas y trabajadores muy lejos de nuestras casas. ¿Y por qué preocuparse, verdad?
La falta de transparencia está costando vidas
Esto es algo que veo a diario en marcas que dicen ser de producción local cuando posiblemente no lo son. La moda es una industria que engloba muchas otras industrias, desde la agricultura hasta la comunicación. Así, decir que una marca se produce en España o en el Reino Unido para justificar ciertos precios cuando compran los tejidos o los botones en países en los que los derechos de los trabajadores son limitados o inexistentes, hace que te preguntes si sus productos se fabrican realmente donde dicen o si pagan y tratan a sus trabajadores de forma justa, ya que no hay forma de saberlo a menos que proporcionen esa información al cliente.
Como bien dijo Carry Somers: “Creemos que la transparencia arrojará luz sobre todos los diferentes problemas de la industria de la moda, ya que sabemos que la explotación prospera en lugares ocultos”.
No todo el peso recae en las marcas. Como consumidores, siempre tenemos que ser un poco cautelosos con cualquier marca y tenemos que investigar previamente, o al menos mirar la página web o preguntar directamente a la marca en cuestión. Si una marca no te ofrece esa información básica, desconfía siempre.
Influencers que lanzan su marca en sus respectivos países
Voy a hablar de lo que he visto y conozco, y como he dicho en varias ocasiones, soy una española que vive en el Reino Unido. Mi intención no es boicotear a ninguna marca, pero pido un mínimo de respeto hacia mi persona no solo como posible consumidora sino para todas aquellas personas que quieran apoyar a marcas nacionales por cualquiera de los motivos anteriores y que se hayan podido sentir engañadas.
Soy consciente de que las marcas pueden ser reticentes a compartir información sobre su empresa por miedo a que otras marcas intenten robarles los proveedores que tanto les ha costado conseguir, cuestionar su trabajo o sus valores. Pero sin esa transparencia, pones en duda los valores de tu marca.
Cuando he preguntado a marcas como Rouje por su falta de transparencia, a pesar de no ser una marca perfecta, en lugar de esconderse e ignorarme, han respondido a mis preguntas. Sin embargo, hace medio año pregunté a la marca its lava por la influencer Sara Baceiredo sobre los materiales que utilizan para sus bolsos, como potencial compradora, y a día de hoy aún no he recibido respuesta. O simplemente la respuesta es ambigua.

Estar en 2021 y tener que ir detrás de las marcas preguntando por los materiales que utilizan porque no están especificados en su web, me parece bastante obsoleto. Independientemente de que un material sea más o menos sostenible, hay personas que sufren alergias a ciertos materiales. En mi opinión personal, creo que esto debería ser obligatorio por ley.
Esto no quiere decir que no debas comprar y apoyar esta marca. Con esto quiero animaros a preguntar para que marcas como esta abran los ojos y vean que la demanda está cambiando y que ellos pueden formar parte del cambio.
Tenemos la obligación de liderar este cambio
Ha llegado la hora de la revolución de la moda:
- Nos encanta la moda, pero no queremos que nuestra ropa sea a base de explotar a las personas ni de la destrucción de nuestro planeta.
- Queremos que la moda sea transparente y responsable.
- Queremos que la moda defienda la solidaridad, la inclusión y la democracia.
- Queremos que la moda conserve y restaure el medio ambiente. Podemos exigir mejoras a través de campañas como #WhoMadeMyClothes.
- Podemos influir en la política.
- Podemos apoyar a pequeñas marcas y marcas locales para que sean mejores. Y estas marcas pueden inspirarnos para hacerlo mejor.
Esto es un trabajo de equipo. Todos tenemos un papel que desempeñar para que la industria de la moda sea más justa para todos y para cambiar el modelo que tenemos ahora mismo porque no es sostenible de ninguna manera.
Creo en el poder de las redes sociales. Lleva tus valores. Sobre todo si tienes una marca con la que predicas ciertos valores. Es totalmente contradictorio ser la cara de una marca con valores totalmente opuestos. Si apoyas la producción nacional, compra y promueve ropa sostenible y ética y no marcas fast fashion. Si vendes accesorios veganos, intenta reducir tu consumo de carne y no colabores con marcas que experimentan con animales.
Me gustaría saber qué opinas sobre esto. ¿Crees que las marcas creadas por influencers pueden ser totalmente ajenas y compartir valores diferentes a su estilo de vida?
Gracias por leer hasta aquí y si alguna marca quiere ponerse en contacto conmigo para charlar, mi email está siempre disponible.